> el aquí y el ahora[11] el aquí y el ahora, el quiero y no puedo, el ser y querer, el tener y querer más, el necesitar, el “autosuficientar”, el dar, el recibir, el pedir más, el tener y no querer, el tener y no poder, el no tener, el ser egoísta, el ser tú como eres, sin límites, sin comprensión, sin razón, ser tal cual, ser animal, sin fronteras, sin paradas, sin arcadas, el ser feliz y no darse cuenta, el fijarse siempre en la cuenta, el cuenta cuentos, el que quiere ser feliz, el que quiere ser mucho más feliz, el que a veces hace feliz, el que pide y no da, el que da y no pide, el que es culpable, y amable, y bueno, y ego, el que quiere ser mejor, el que es mejor, el que es como es, el que consta en todas las listas, el listillo de clase, el anticlasista clasista, el clarinete olvidado, el que pide y pide y pide, no solo a todos, sino a uno, el que se cree que puede con todo, el que todo es poco a sus pies, el vividor, el silbador, el reprimido (a veces) el oprimido (a veces) el feliz (a veces) el a veces solitario, el a veces colectivo, el que a veces come nueces, el estúpido, el radical, el nunca patriarcal, el parco de palabras, de sentimientos, pero nunca de alientos, el que quiere dar pero a distancia, sin mojarse, sin sentir, el que desearía sentir, el que desearía dar, y ser, y hacer, y nunca perder, el que no pide demasiado, pero nunca deja de pedir, el que viaja a ningún sitio, pero por si acaso viaja, y tiene la maleta preparada, para un viaje soñado, para la huida soñada, el que hace y deshace, el que rehace y nace, y empieza y termina, y a veces respira, el que necesita el contacto, con tu piel, el que odia la bragas, y las llagas, pero nunca las mamas, el que va de mucho, él solo, el que solo puede con mucho, pero que no puede con uno, el que desea viajar, solo por el echo de creer que todo puede mejorar, el que quiere y no quiere, el que hace y deshace el que siempre renace, el que sonríe, y se despide, y recorre carreteras, aviones, camiones, cajones, tenedores, y moscardones, en busca de paisajes mejores, el inconformista, el nunca oficinista, el becario soñado, el artista nunca premiado, el comisario de armario, de vocabulario, de dossier diario, el caza sonrisas, el cagaprisas, el que siempre va deprisa, el que nunca llega, el que navega, entre velas y olor a canela, a estrellas y tinieblas, el que busca y no haya, el que haya y no busca, el cazador de sueños, el soñador cazado, el que caza arte en cualquier parte, el que reparte y comparte y de parte en parte se siente feliz, o casi feliz, mientras sigue esa búsqueda, de él mismo, del mismo … que busca, y aspira a ser lo que busca y anhela y mientras tanto mea, bromea, y “sembrea”, entre sombras azules, entre muelles soleados, comiendo pescado, sorbiendo helado, disfrutando de tanto tocado, ese soy yo, el iluso, el recluso de la búsqueda permanente, de amar de repente, del saber que la búsqueda está en el concepto, en el pretexto, en el perfecto sueño dorado, que algún día vendrá, aunque ahora está helado. 14-03-2011 |